LA BUENA NOTICIA
La buena
noticia es que tenemos una nueva colección en puerta, intitulada Los Mejores
Autos de Turismo Carretera.
Justamente
yo venía preparando una serie de posts sobre esta categoría, de los cuales ya vieron el
primer post la semana pasada.
Juro que fue circunstancial, aunque me atrevo a decir que mi teleférico sentido gauchesco adelantò la visión cosmogònica de la nueva colección y materializó el post
Si bien hay
o hubo categorías similares al TC en otras partes del mundo, podemos decir que
es un fenómeno autóctono, tan autóctono como el colectivo.
Sabemos de
la existencia de sistemas de transporte de gente en otras partes del mundo,
pero nuestro fenómeno se gestò, no por imitación de lo que pasaba afuera, sino
por una serie de circunstancias y sucesos que desembocaron en nuestro fenómeno
local y sus peculiaridades que lo diferencian de los otros casos más allá de
las fronteras.
En tal
sentido, me atrevo a decir que esta colección es más argentina que los inolvidables.
Quiero decir
que si bien los Inolvidables tienen muchos autos exclusivos para Argentina,
muchos de ellos corresponden a modelos que fueron conocidos en otros países,
hay pocos casos sin su correspondiente homólogo en otro lado.
En cambio,
el TC es tan impar que puedo asegurar que ningún modelo de la colección tiene
homólogo en ninguna parte del mundo.
La colección
promete 60 modelos quincenales.
El título de
la serie pomete “los mejores autos de TC” aunque en algún sector de la web
oficial se menciona que van a ser sólo los autos campeones.
Haciendo
estadística, el campeonato de TC empezó en 1939, es decir que más o menos
tuvimos 75 campeones al día de hoy (se suspendió campeonato durante la guerra
mundial por falta de insumos).
De estos 75
campeones, 24 fueron cupecitas, hubo un par de liebres, el trueno y de ahí en más
fue todo con los compactos de hoy en día.
En cuanto a
los modelos, apenas hay un puñado de imágenes en la web, y cuesta determinar si
son fotos de modelo real o estudios 3D.
Las voces de
los perfeccionistas se han levantado indignadas porque el caño de escape y las
llantas del auto verde deberían ser color aluminio y no verdes como el resto
del auto.
También he
visto irregularidades en la gráfica y colizas del Trueno Naranja, y seguramente
también hay fallas en los TC más modernos, aunque si consideramos que son
modelos a precio contenido de coleccionable, deberíamos mirar el vaso medio
lleno y no el puto caño de escape.
La pregunta del
millón: es más difícil construir un modelo citadino o uno de carrera? El de
carrera tiene la complicación de la gráfica, que a su vez puede cubrir
imperfecciones de molde.
Aunque los
modelos citadinos también tienen su parte gráfica cada vez más compleja y
distribuida por toda la carrocería.
En cualquier
caso, de mi vida anterior, esos tiempos en que me dedicaba a traer autitos de
ebay, recuerdo que los modelos de Planeta Agostini estaban por debajo de los
Ixo Altaya en términos de detalles, proporciones y/o terminación..
La mala
noticia es que nuevamente salieron todos los neocoleccionistas a ensuciar la
internet con comentarios que sólo denotan ignorancia y estupidez.
Rescato
algunos de los màs ruidosos:
+ $350 es
caro
+ Ya estoy
comprando el Falcon para armar, los inolvidables (alguien sabe cuántos van a
ser?), los buses, los clásicos de Clarín y los clásicos de La Nación y los
Rápidos y Furiosos. Basta de colecciones que me van a fundir!
+ Esta
colección está incompleta porque faltan autos emblemáticos.
+ Los
modelos son una porquería porque tienen el escape y las llantas de otro color.
+ Son una
bosta porque la base plástica no tiene cúpula de acrílico transparente.
Esta vez no me voy a tomar el trabajo de defenestrar cada comentario, mis lectores están suficientemente grandecitos y maduros como para poder hacerlo sin mi ayuda.
En cuanto al
futuro de esta colección, hay que entender que como los Beatles, el TC tiene una
larga historia con muchas etapas, cada una bien acotada en términos de tiempo y
características propias, resultando difícil encontrar puntos comunes entre una
y otra.
Toda esta ensalada resulta en diversos públicos que aman una etapa e
ignoran las otras.
Con el TC pasa algo similar: hay quienes aman las cupecitas y quienes las defenestran, igual que a los compactos actuales (o lo que queda de ellos).
Aventuro que
cada público va a comprar sus modelos, y poca gente va a comprar la totalidad
de la colección compacto.
Esto va a resultar en un sobrestock, ya adivino muchos revendedores buscando vaselina para guardar los autos acaparados.
Esto va a resultar en un sobrestock, ya adivino muchos revendedores buscando vaselina para guardar los autos acaparados.
Y ventas de colección desesperadas, como pasò con los inolvidables.
Es de esperar que los fanáticos del TC sean màs inteligentes al comprar y manejar sus colecciones, aunque no demasiado.
Quizás eso
sea señal de que están aprendiendo al fin.
El tiempo tendrá
la última palabra.
Gaucho Man
el impetuoso